LA INSPIRADORA HISTORIA DE
HELEN
KELLER
Foto de Redcliffe Institute
La historia de Helen
Keller es conocida en Estados Unidos mas no en los países hispanos, pero su
vida es un ejemplo de superación y de cómo sobreponerse a la adversidad, de
luchar por los sueños, de ayudar a los demás y nos inspira a no darnos por
vencidos.
Helen Keller nació
en Alabama en 1880 y a los 19 meses, a causa de una fiebre muy alta, quedó
ciega y sorda. Sus padres buscaron ayuda en diferentes instituciones hasta que
en el Instituto Perkins para ciegos, en Boston, conocieron a Anne Sullivan
quien se convirtió en su maestra y compañera en todo lo que emprendió.
A pesar de sus
limitaciones y con su tenacidad Helen aprendió a hablar para poderse comunicar,
se graduó de la universidad (Anne Sullivan asistió con ella para interpretarle
las lecturas y los textos), escribió libros, se convirtió en conferencista,
trabajó para ayudar a las personas con discapacidades, viajó a 35 países y a la
edad de 75 años hizo un recorrido por Asia de cinco meses dando charlas que
inspiraron a millones de personas.
La historia de Helen
Keller nos debe hacer reflexionar acerca de esos límites que nos imponemos
nosotros mismos porque pese a todos los pronósticos, y al tiempo en que le tocó
vivir, ella fue capaz de superarse, salir adelante y demostrar que los límites
están en la mente. A cuántos de nosotros esos límites no nos dejan avanzar para
alcanzar lo que soñamos?
Otro factor
importante fue el apoyo incondicional de su profesora, por eso cuando necesitamos de otros no
tener miedo ni vergüenza de pedir ni de aceptar ayuda porque algunas personas lo ven como un gesto de debilidad, pero
debemos aceptar que somos ignorantes en algunos temas y la forma inteligente es
buscar quien tiene la información que requerimos. Los grandes personajes de la
historia se han sabido rodear de personas inteligentes y formadas en los temas
en los que ellos tenían falencias, por ese motivo lograron alcanzar lo que
deseaban.
Esta historia nos hace reflexionar
acerca de la forma en que enfrentamos nuestras limitaciones, de cómo estas
deben ser una motivación no una disculpa para superarnos y esforzarnos en ser
mejores personas cada día porque la vida no es una competencia con los demás si
no con nosotros mismos.
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