FALSAS CREENCIAS Y SU RELACIÓN CON
EL BROTE DE SARAMPIÓN
En las últimas semanas hemos
estado escuchando como siguen aumentando los casos de sarampión en Estados
Unidos y otros países, en gran parte a causa de la falta de vacunación por
creencias erróneas acerca de estas y que ponen en riesgo a una gran parte de la
población.
El sarampión es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa causada
por un virus donde la persona solo
empieza a mostrar los síntomas de 7 a 14 días después de haberse infectado,
pero puede transmitir el sarampión 4 días antes de que aparezcan los síntomas,
ya que el virus vive en la garganta y las mucosidades de la nariz.
Una de las formas como se propaga
el sarampión es a través de la tos y los estornudos de la persona infectada
porque el virus puede vivir hasta dos horas en el aire o en superficies como
barandas y si otra persona respira ese aire o toca la superficie contaminada y
luego se toca ojos, nariz o boca puede contraer la infección.
Existen complicaciones relacionadas
con el sarampión donde los más susceptibles de sufrirlas son los niños menores
de 5 años y las personas mayores de 20 años, estas complicaciones pueden ser:
-
Infecciones de oído que pueden
causar pérdida de la audición.
-
Neumonía
-
Inflamación en el cerebro que puede
causar convulsiones
Las vacunas han sido, son y seguirán
siendo el medio más efectivo para prevenir enfermedades pese a que pueden
presentar complicaciones, pero es 1 en 100.000 vacunados también se piensa que
al vacunarse se tiene 100% de protección contra la enfermedad, pero existe la
posibilidad de padecerla aunque más suave, tal vez por tener el sistema inmunológico débil. En el
caso de la vacuna triple viral que protege de sarampión, paperas y rubéola, se
debe aplicar la primera dosis a niños entre los 12 y 15 meses con una efectividad del 93% y
la segunda dosis entre los 4 y 6 años de edad donde la efectividad sube al 97%.
En los últimos años muchos padres
han dejado de vacunar a sus hijos basados en la falsa creencia propagada por un
“doctor” que fue tan irresponsable de asegurar, sin tener pruebas, que las
vacunas eran las causantes del autismo algo que ha sido desmentido ampliamente
por la comunidad médica, pero que ha llevado al aumento de casos de sarampión.
Al vacunarnos nos estamos
protegiendo nosotros, pero también a las personas que están a nuestro alrededor
porque vamos a tener mucho menos posibilidad de contraer las enfermedades
contra las cuales nos vacunamos y por ende no vamos a contagiar a nadie
especialmente a quienes no pueden recibir vacunas por razones médicas o a las personas
que no se aplican las vacunas por creencias religiosas.
Debemos tomar conciencia de que en
este caso nuestras decisiones afectan a los demás y si tenemos los recursos
para prevenir enfermedades, porqué no vacunarnos?
Quienes deseen ampliar la
información sobre el sarampión en www.cdc.gov/measles
está tanto en inglés como en español.
Comentarios
Publicar un comentario