Niños y adultos con discapacidad, la persona primero

Niños y adultos con discapacidad, 
la persona primero 
Las palabras tienen poder, uno más grande del que tal vez podemos dimensionar, de ahí la importancia del uso adecuado de estas al referirnos a personas con discapacidades, especialmente en el caso de los niños, ya que pueden marcar una diferencia en su autoestima y confianza, por eso se debe usar el lenguaje de la persona primero, el cual se enfoca en la persona, no en su discapacidad o condición.

La mente de los niños es como una esponja, absorbe todo lo que escuchan, y muchas veces lo toman como verdades absolutas que marcan sus vidas. En el caso de niños con discapacidades, hay que evitar ponerles rótulos como “valientes” o “inspiradores” que pueden crearles expectativas muy altas y ser agobiantes para ellos; lo ideal es ayudarles a confiar en ellos mismos para que persigan sus sueños y se conviertan en adultos productivos y felices.


Ante niños y personas con discapacidades no debemos sentir lástima, lo ideal es enfocarnos en sus habilidades en lugar de sus limitaciones y, en base al lenguaje de la persona primero, referirnos a ellos según su condición o discapacidad, entonces la forma correcta es niño o persona con una discapacidad, no niño o adulto discapacitado. A continuación algunos ejemplos:
                                                                      
Lenguaje anticuado
Lengua persona primero
El cojo
Persona con discapacidad de movilidad
El ciego, el invidente
Persona que es ciega o con discapacidad visual
El sordo, el sordomudo
Persona que es sorda
El retardado mental
Persona con discapacidad cognitiva
El confinado a una silla de ruedas
Persona que usa una silla de ruedas
El mudo, el tonto, el sordomudo
Persona que no puede hablar o que es muda
El loco, al que le falta o tiene un tornillo suelto
Persona con discapacidad psiquiátrica
El enano
Persona pequeña
El bobo, el mongólico
Persona con síndrome de Down
Autista
Persona con autismo

En https://ncdj.org/manual-de-redaccion-del-ncdj/ van a encontrar mucho más acerca de cómo llamar a personas dependiendo de su discapacidad o de su condición.

Al interactuar con personas con discapacidades e deben seguir recomendaciones tales como:
- Extenderle la mano para saludar, si la persona no puede estrechar su mano, le dejará saber qué hacer.

- Hablarle directamente a la persona con discapacidad, no a su acompañante.

- Si en una comunicación con una persona con discapacidad del habla usted está teniendo dificultad para entenderle, pídale que le repita, escuche con atención y repita lo que piensa que escuchó,  esto será mejor que fingir que entiende.


- La manera de llamar la atención de una persona que es sorda es tocarla suavemente en el hombro o el brazo, hablarle directamente y claramente, en un tono de voz normal; mantener las manos lejos de la cara, usar frases cortas y claras, hablándole a la persona, no al intérprete, si es que lo hay.

-  Al hablar con una persona con discapacidad visual, identifíquese al inicio de la conversación, despídase cuando se va y no se preocupe si usa expresiones comunes como “nos vemos luego”.


- Cuando se habla con una persona en silla de ruedas, en lo posible, colocarse al nivel de los ojos de la persona, no tocar ni apoyarse en la silla de ruedas, ni hacer comentarios acerca de dispositivos de ayuda o auxiliares que podría utilizar.  

- No subir el tono de voz, ni hablar como un bebé a personas con discapacidades y únicamente repetir frases si la persona lo solicita.


- No se debe hablar, tocar o distraer a un animal de servicio.

Todos los seres humanos merecen respeto, por lo tanto la próxima vez que deba referirse a alguien con una discapacidad recuerde utilizar el lenguaje adecuado.

Fuentes: aucd.org, cccti.edu, ncdj.org.

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