Hogares para ancianos


HOGARES PARA ANCIANOS

Hay momentos en la vida en los que se deben tomar decisiones complicadas como es el caso de padres mayores que necesitan una atención para la cual la familia no está entrenada o porque no hay quien esté pendiente de ellos, lo cual muchas veces se convierte en una lucha entre lo que es más conveniente para ellos y sus sentimientos al creer que los están abandonando o entre los miembros de la familia con diferentes opiniones, pero en estos casos debe primar la calidad de vida del adulto mayor.

Nuestra cultura latina tiene un concepto muy fuerte de familia y una visión muy particular acerca de los hogares para ancianos, pero no se pueden juzgar todos estos lugares por lo que haya sucedido en unos cuantos, la mayoría prestan un excelente servicio y son una opción muy válida para personas mayores que viven solas, para quienes necesitan cuidados especiales o simplemente por comodidad.

Muchas veces se presentan conflictos dentro de la familia cuando se enfrentan a situaciones que tienen que ver con el cuidado de los padres porque ellos ya no se pueden valer por ellos mismos y necesitan de alguien que este con ellos todo el tiempo, pero ninguno de los hijos puede asumir esa tarea, entonces algunos están a favor de llevarlos a un hogar para ancianos mientras otros se oponen.

He sido testigo de cómo personas atacan a quienes optan por esta opción diciendo que es deber de los hijos cuidar de los padres, así como ellos nos cuidaron, que los llevan a esos lugares y nunca los visitan, en fin una cantidad de reproches que creo están fuera de lugar porque nadie sabe las circunstancias de las otras personas, además porque personalmente me parece que es lo mejor que puede hacer una familia cuando llega el momento de velar por el bienestar de sus padres.

Entiendo que para las personas mayores dejar su casa y todas sus cosas no es algo fácil e incluso que muchos sienten que son un estorbo y que por eso los llevan a estos lugares donde ellos tienen la idea que los van a maltratar y que su familia se va a olvidar de ellos, pero para muchos se convierte en un renacer, en la oportunidad de compartir con mas personas y dejar atrás la soledad, de participar en actividades que les estimulan el cerebro y los motivan dando como resultado el tener una mejor calidad de vida y la alegría de darse cuenta que su familia no los abandonó y que por el contrario los visitan con regularidad.

La decisión de llevarlos a un buen lugar es un acto de amor porque allí les van a brindar los cuidados, las atenciones que necesitan, y merecen, además van a terminar las discusiones, el estrés, los problemas que tanto los amargan al ver como sus hijos se pelean a causa de ellos y que los hacen sentir como estorbos.


Ya sé que muchos deben estar pensando que esto suena muy bonito, pero que la realidad es una muy distinta porque desafortunadamente los lugares que cumplen con todos los requisitos para que estén cómodos y se sientan bien tienen un costo muy elevado, que los lugares baratos no cuentan con todos los servicios, y si somos sinceros algunos pueden ser hasta deprimentes, pero buscando con tiempo, pidiendo recomendaciones a quienes ya han pasado por este proceso, visitando varios hogares, mirando las condiciones de cada lugar, cómo se ven los abuelitos, que sensación transmiten las personas encargadas (porque en estos casos dejarse llevar por la intuición siempre es lo mejor), se puede encontrar algo bueno donde sientan tranquilidad de dejar a su ser querido.

Me he cuestionado el porqué las instituciones que prestan estos servicios cobran tanto, claro que todo negocio se hace para tener ganancias, pero no pueden rebajar un poco esa ganancia y brindar precios más asequibles donde más personas se puedan ver beneficiadas? Será que en esta sociedad de consumo nos hemos acostumbrado a relacionar precio con calidad de servicio y por eso algunos lugares cobran tanto? Tengo fe en que haya personas con vocación de servicio que sienten amor por su profesión de cuidar a los adultos mayores y quieran brindar esa ayuda a unos precios razonables para que más personas se pueden beneficiar.

Aproveché para tratar el tema ahora porque tengo una amiga que debía tomar una decisión, si dejar a su mamá, de una edad muy avanzada con demencia senil, encerrada en una habitación todo el día porque ella no tiene la fuerza para estarla moviendo a la sala y de regreso a la cama, o llevarla a un lugar donde tuviera una buena atención. Su mamá ya no comía sola, no dormía, necesitaba oxigeno, mi amiga estaba pendiente todo el tiempo de su mamá y se estaba enfermando físicamente por el esfuerzo y de los nervios por la falta de sueño, pero se encontraba en la disyuntiva de si llevarla a un hogar para ancianos o seguir con ella en la casa y caer enferma, entonces quién las iba a cuidar a las dos si no tienen a nadie más?

Con el corazón encogido tomó la decisión de llevarla a un lugar que cumpliera con las condiciones que ella quería para su mamá. Luego de visitar varios lugares, algunos de los cuales la dejaron muy conmovida, encontró uno que cumplía con sus expectativas. Le llevó su cama, cuadros y todo o que pensó la harían sentir a gusto, estuvo con ella todo el día en los primeros días mientras se adaptaba y para que se diera cuenta que no la iba a abandonar y sigue pasando tiempo con ella todos los días. Desde la primera semana se empezaron a ver los cambios, duerme toda la noche, come sola, necesita menos el oxigeno y no está encerrada en una habitación todo el tiempo porque la sacan a dar un paseo por los alrededores, comparte con los otros abuelos, colorea, reza el rosario y hasta los llevan de paseo. Su progreso ha sido notorio y mi amiga siente que tomó la mejor decisión porque ahora su mamá tiene calidad de vida y la va a tener por el tiempo que le quede.

Este es un tema polémico, lo sé, pero mi intención con este blog es brindarles información con la que puedan aprender, entender, ver otras posibilidades, tener claridad u otra visión sobre asuntos con los que nos enfrentamos día a día en esta época de tanto cambio, para que seamos más tolerantes los unos con los otros porque la mayor parte del tiempo le tenemos miedo y rechazamos lo que no conocemos.

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