El meollo del asunto es la falta de consciencia

EL MEOLLO DEL ASUNTO ES LA FALTA DE CONSCIENCIA

Hay muchas dudas acerca de escribir esta palabra con o sin S puesto que se supone son diferentes aunque guardan alguna relación entre ellas, pero aquí el meollo del asunto no es la ortografía, que aunque para mí es importante, lo es más el reconocer un hecho que nos afecta a todos por igual y sobre el cual debemos tomar acciones urgentes.

Tal vez el problema de la falta de consciencia o conciencia radica en que nos vemos a nosotros mismos como seres individuales formando parte de grupos familiares, sociales o de cualquier otra índole y la realidad es que somos energía y esa misma nos conecta con la energía de los animales, la naturaleza haciéndonos parte de un todo, donde no hay separación y cualquier acción nuestra repercute en todos de una u otra manera. Les pongo un ejemplo, alguien arroja una pajilla o pitillo plástico a la calle, luego llueve y es arrastrado a los desagües que van a parar a los ríos y finalmente al mar creando no solo contaminación sino afectando la vida de los animales y plantas que habitan esos espacios; los peces se comen ese plástico, luego nosotros nos comemos a esos peces y por consiguiente estamos consumiendo plástico también, sin contar con las imágenes que hemos visto de aves y animales marinos con plástico alrededor y dentro de sus cuerpos que les causan un gran daño e incluso la muerte.


Existe una confusión porque se habla de calentamiento global y cambio climático, pero resulta que el término es Cambio Climático y su consecuencia es el calentamiento global provocado por el efecto invernadero y todo esto generado por las acciones de los seres humanos. Lamentablemente muchas personas dicen no creer en él basados en la palabra calentamiento, porque si bien es cierto que la temperatura del planeta ha aumentado también se han producido cambios muy fuertes en el clima que han ocasionado inviernos muy fríos, olas de calor, tormentas severas, inundaciones, etc., y no crean que el aumento de medio o un grado en la temperatura es insignificante pues la diferencia entre este tiempo y la Edad del Hielo son sólo 9 grados, así de serio es este asunto. 


Con los post que publico en este blog he tratado de que aprendamos como reducir la cantidad de basura reciclando o reutilizando lo que se pueda, reduciendo el uso de plástico, aprovechando elementos que tenemos en casa y usando productos naturales para solucionar situaciones cotidianas, reduciendo así el uso de químicos y muchas veces ahorrando dinero, un tema que lamentablemente mueve más que el interés común, todo esto con el fin de que aportemos nuestro granito de arena y cuidemos nuestro planeta que, como leí hace ya un tiempo, es un ser vivo que al igual que nosotros llegó un punto en que se cansó de los abusos y maltratos a los que lo hemos sometido y ahora dijo basta, no aguanto más y está reaccionando.  

Los últimos acontecimientos en el Amazonas han indignado al mundo y nos han demostrado que es tiempo de actuar sin esperar que otro haga o que se encarguen los gobiernos. He escuchado a personas decir “si los demás no cuidan porque voy a cuidar yo” o “es algo pequeño entonces en que va a afectar?”, pero eso pequeño que usted hace o deja de hacer lo están haciendo millones de personas alrededor del mundo creando un problema mayor y por esa falta de consciencia ya estamos viviendo efectos devastadores.


Está en las manos de cada uno de nosotros hacer algo en casa y en nuestro entorno para ser parte de la solución, en este aspecto los padres con niños pequeños tienen una gran responsabilidad porque al educarlos para que cuiden, lo están haciendo ahora y lo seguirán haciendo en el futuro. La mejor forma de educarlos es con el ejemplo porque como decía la Madre Teresa de Calcuta: “No te preocupes porque tus hijos no te escuchan, te observan todo el tiempo”. Si es un padre o una madre que cuida el medio ambiente, que no arroja basuras en la calle, que cuida el agua, recicla, usa bolsas de tela, etc., tenga la seguridad que ese niño o niña va a hacer lo mismo y esto nos da una esperanza.

Foto de Bekia Hogar

Mi invitación es para que a partir de hoy seamos parte de la solución y no del problema y que vamos más allá enseñando a otras personas lo poco o mucho que sabemos sobre el tema; creo que ahora es el momento oportuno porque la gente está más receptiva y dispuesta a escuchar e involucrarse en el cuidado del medio ambiente; pequeñas acciones de cada uno de nosotros marcan la diferencia.

Es tiempo de actuar por la Tierra, por nosotros y por las generaciones futuras.

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